El Sistema Nacional de Salud (SNS) en México ha tenido una construcción institucional de largo plazo con resultados contrastantes en las condiciones actuales de calidad, acceso y cobertura de los servicios de salud.
El SNS mexicano se encuentra normado por un conjunto de leyes de orden federal y por reglamentaciones propias de cada una de las 32 entidades federativas que conforman el país. Desde la reforma de 1983, el artículo 4°, párrafo cuatro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general...” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2015).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), como lo indica Salazar (2012), el derecho a la salud implica, más allá de la atención médica y de la construcción de infraestructura hospitalaria, garantizar los “determinantes básicos de la salud”, que incluyen el acceso al agua potable y servicios sanitarios adecuados, alimentos seguros y nutritivos, vivienda adecuada, condiciones laborales y ambientales saludables, información y educación relacionada con la salud y equidad de género.
Hernández y Palacio (2012) analizan información para el periodo 1979-2009 y encuentran que en la segunda parte de los años ochenta las enfermedades infecciosas intestinales y las enfermedades respiratorias agudas bajas dejaron de ser las dos principales causas de muerte en México, mientras la diabetes mellitus y las enfermedades isquémicas del corazón pasaron a ser las enfermedades asociadas con las tasas de mortalidad más elevadas.
La morbilidad, la Ensanut 2012 (INSP 2013) señala que los principales padecimientos, por grupos de edad, son los siguientes:
Entre los niños persiste una alta incidencia de infecciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas agudas, con marcada heterogeneidad entre entidades federativas. Los accidentes constituyen la tercera causa más importante de daño a la salud en este grupo de edad.
Los accidentes y la violencia son las principales causas de morbilidad entre los adolescentes.
El incremento en los daños a la salud por violencia es un hecho destacable entre la población adulta. No obstante, considerando que 9.2% de los adultos mexicanos cuentan con un diagnóstico médico previo de diabetes, este padecimiento constituye la principal causa de morbilidad en este grupo de edad. La hipertensión arterial es otra enfermedad con elevada incidencia entre la población adulta.
La hipertensión, la diabetes y la hipercolesterolemia son los tres padecimientos con el mayor autorreporte de diagnóstico médico entre la población de adultos mayores. En esta etapa de la vida también es elevada la prevalencia de padecimientos mentales.